lunes, 7 de abril de 2008

tarde de lluvia

Y la lluvia resbalaba tan lentamente por su paraguas
que fue imposible alcanzar el ritmo frenético en la ciudad.

Se conformaron con unos cuantos paraguas mal situados
y codazos en las esquinas
como lucha interna por escapar de una obligación
con nombre de excusa...










En cambio, en aquel rincón escondido
en lo más profundo de la calle
llovía fuerte... tan fuerte que un grito murió ahogado entre gotas de lluvia
y nadie se atrevió a rescatarlo
y mucho menos a tenderle la mano como signo de

"no vas a tocar fondo... al menos hoy no..."

1 comentario:

marta dijo...

me gusta como escribes ehh? ya intuía yo q debías de tener blog!

muÁ!