miércoles, 2 de julio de 2008

tarde de verano

Me imaginaste mientras paseábamos de la mano por las calles de la gran ciudad...


Ni esta noche, ni la anterior, ni la de principios de semana compartimos la misma almohada, ni nos peleamos al amanecer por las sábanas…

y cuando despertaste temiste que no escuchar el susurro de buenas noches procedente de entre mis dientes sería suficiente para escribir el FIN con todas sus letras…

Pero un chisteo antes de cruzar la calle y una media vuelta con sonrisa llena de dientes te hacen destruir los andamios que sustentan tu agria teoría…

Un abrazo y una lágrima son suficientes para borrar cualquier atisbo de final…

Pero me apartas de tu pecho y me susurras:


- Te voy a pedir que no vuelvas nunca más
- ¿No quieres que vuelva?
- No es eso exactamente… lo que no quiero es sentir otra vez esa maldita sensación…
¿Qué sensación?
- La de no encontrarte cuando el sol me despierta, la de no tener que esperarte fuera de la ducha, la de no oírte reír, la de echarte de menos, la de no tenerte.

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