miércoles, 3 de noviembre de 2010

La política chic

En cierto sentido, un intelectual es exactamente lo contrario a un político. Un político es un tipo que simplifica a l máximo los problemas, reduciéndolos a lo esencial para poder resolverlos de la manera más sencilla y más rápida posible; por el contrario, un intelectual es un tipo que en vez de simplificar los problemas los vuelve más complejos, formulándolos de la manera más compleja posible, o un tipo que inventa problemas donde nadie los ve, mostrando que la realidad es más rica de lo que aparenta. Un buen político es aquel que jamás inventa un problema: solo los vuelve más problemáticos, o los inventa. Esta oposición es otro motivo para desconfiar de los intelectuales metidos en política. Y, dicho sea de paso, también de los políticos metidos a intelectuales. [...]

Javier Cercas. Palos de ciego.


Continuación en: http://www.elpais.com/articulo/portada/politica/chic/elpepusoceps/20101031elpepspor_2/Tes

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