jueves, 15 de mayo de 2008

mezcla de tarde gris

Pusimos los relojes en hora días antes de un viaje de más de 800 km y casi 4 meses de distancia...

A la vuelta,
el jet lag, las prisas, el proceso de adaptación y la cantidad de aventuras que llenaban los espacios de silencio que encajaban en mi cabeza, no dejaron que me acordase de ese reloj...


De un reloj que quedó guardado en un cajón
y que desempolvaba de tiempo en tiempo, para que el segundero siguiese marcando un ritmo, que antes parecía trepidante y tiempo después parecía que se equivocaba de sentido, dando marcha atrás….


Un día gris cualquiera, un cartel amarillo me avisa de que es la hora…

Entro en una sala...
y miro mi reloj, el segundero descompasado, y las agujas marcan que es la hora T A R D E en punto… levanto la cabeza y encuentro una gran parte de tras un enorme fondo gris...


Pero no era esta la parte de que esperaba encontrar...

Me tiemblan las piernas, miedo, una lágrima que casi roza la mejilla me acompaña hasta la puerta, donde bajo la lluvia me espera un abrazo que no acaba de llegar por eso, por miedo…

3 comentarios:

Laura dijo...

acabo de comprender lo de fondo gris...
yo también tengo miedo a tanto recuerdo
pero te quiero
y escribir desahoga un poco

Laura dijo...

hay olas tan grandes... que no sé cuál me gusta más

a ti te gustan las del fondo gris o cuál son tus favoritas?

Laura dijo...

intuyo que esa ola ya rompio y salio esa espumita blanca
y no da más de sí
pero esa sal,tanta sal, abre muchas heridas
pero la lluvia lo cura todo
aunque no lo parezca
y qué ola es la que te gusta?