martes, 1 de noviembre de 2011

muertos

Supongo que no éramos una de esas parejas que se abrazaban mucho...

Hoy todos están muertos, los nuestro también. Todo y todos están muertos. Los sentimientos y las emociones ya no bailan a ritmo de vals, tampoco vibran a ritmo de jazz... Están todos aletargados, dormidos, inertes, puede que muertos. Lo único que sigue latiendo es un conjunto de recuerdos latentes, como cuando me sacabas a bailar... Dime, ¿aún bailas para conseguir besos?

No sé que queda, no sé que hay aquí, tampoco sé si me importa realmente... el hecho es que a simple vista no están y que tú tampoco estás aquí. Que una vez te pregunté "¿qué queda cuando ya no hay nada? Tú te encogiste de hombros, nunca respondías a mis preguntas. Solo hablabas, hablabas de lo que a tí te apetecía o te gustaba o te entretenía, pero nunca hablabas de lo que yo quería hablar, pero supongo que tampoco éramos una de esas parejas que se hablaban mucho... No lo sé.

¿Qué queda cuando ya no hay nada?

Supongo que esto es lo que queda;
frío, lluvia,
calles llenas de gente con frío empapadas por culpa de la lluvia,
hoteles de carretera,
canciones para otros que ahora sí son pareja,
bandas sonoras originales que no son más que réplicas de escenas de películas de acción,
escenas de películas de acción...

Pero dime, ¿te marchaste para no ver este desierto de arena y restos putrefactos de nosotros mismos? ¿Por eso te fuiste?

Lo cierto es que te marchaste antes. Antes, cuando las carreteras aún estaban practicables, ahora ya no hay salida. Cariño, han cortado las carreteras, yo no estoy aquí por gusto.

No me quedé para ver cómo se hundía y perdíamos todo... Me quedé porque más allá tampoco había una salida, tampoco había nada mejor.

Ahora dime, ¿era tu huida una especie de salida para mi?

Nunca lo sabremos, al menos no por ahora.

Solo te diré que aún quedan caminos abiertos de vuelta a casa, y que hay noches en las que espero que cojas alguno de ellos pronto porque Cariño, aquí están todos muertos y no sé por cuánto tiempo más querrá seguir bombeando el de arriba a la izquierda...

Pero hay caminos de vuelta a casa abiertos
y aquí aún hay alguien vivo...

Aunque supongo que no éramos una de esas parejas que se abrazaban mucho...

No hay comentarios: