lunes, 31 de mayo de 2010

in.finito

Era como una montaña rusa enorme, tan grande que nunca llegaba el final de vuelta, notabas el movimiento, continuo, intermitente en cuanto a velocidad pero nunca vislumbrabas la meta, era un continuo de subidas y bajadas, apenas había loopings ni nada que se le pareciese, solo subías y bajabas, pero nunca llegabas a tocar fondo... quizás ese era el problema. Dicen los economistas que en todos los procesos económicos, interpersonales e incluso personales, es necesario llegar al límite, tocar fondo, bancarrota, default; para rehacerse, para poder empezar de nuevo sin lastres a la espalda.

Ese era el problema, no había esa oportunidad, cada vez que iniciabas una subida eras preso de la inercia y sabías que poco después comenzarías a descender sin poder pisar el freno... el recorrido se convierte en un verdadero campo de minas y nunca sabes cuándo vas a pisar un recuerdo latente y reventarte las piernas...

Desde pequeña tengo miedo a las montañas rusas, pero aún más cuando el recorrido parece interminable, inconstante, incontrolable, indescriptible, indescifrable, inagotable, inextinguible, infinito...

No hay comentarios: