lunes, 21 de diciembre de 2009

21.12

Cambio en la dirección intrínsecamente asignada...

Cambio de mueca mientras los huesos crujen de frío y mis planes se modifican a medida que tu reloj se sincroniza con mi prisa... Y es la prisa la que se queda escondida debajo de tu abrigo, para no quedar empapada por la lluvia, que hace horas era nieve y teñía todo de color blanco... blanco, como tus dientes.

Al fin y al cabo solo quería besarte los dientes.

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